lunes, 7 de junio de 2010

A propósito de la producción artística de artistas en proceso formativo.

Historia del Arte IV
Prof. Roberto Rosique
Monserrat Solis Iniesta
caracolunar@yahoo.com.mx


A propósito de la producción artística de artistas en proceso formativo.

Reflexiones acerca de cómo romper con una producción artística que no sea sólo decorativa, y vendible pero vacía en su contenido, Difícilmente podemos hablar sobre una propuesta artística concreta como escuela o por lo menos como un grupo que se interese por ir más allá de lo que estudiamos en las diferentes materias que tenemos.
Independientemente de los aciertos y desaciertos por parte de la institución educativa refiriéndome a la falta de docentes calificados cualitativamente, que les apasione reproducir el conocimiento que tienen, ya que de lo contrario; por experiencia propia no estamos aprovechando el tiempo invertido en las horas de clase. Obviamente no en todas las asignaturas pero esta carencia en la planta docente es una realidad, de la misma manera la directriz que sigue la Escuela y parece inamovible tiene un enfoque conceptual y eso lo vemos en las clases teórico practicas en donde cada proyecto se tiene que sustentar por un concepto; lo delicado del asunto es que no siempre están equilibradas la obra y el concepto.
Esto viene a colación ya que como revisamos a lo largo de la clase de historia; el arte ha cambiado paulatinamente de medios, materiales, fundamento, etc. Teniendo esto claro sabemos que difícilmente encontraremos el hilo negro, pero si está en nuestras manos que nuestra producción artística no sea sólo decorativa, y vendible pero vacía en su contenido, se que esta observación puede parecer arbitraria pero es real, el problema no es la vía conceptualista en la que trabajamos.
Desde mi punto de vista y apoyándome en los diferentes temas abordados en esta clase, en todos y cada uno de los movimientos artísticos analizados está presente el concepto pero en un diferente escalafón de importancia. Como en el accionismo vienes en donde la acción o la obra plástica están soportadas por un concepto pero lo verdaderamente importante es la acción misma que a su vez tiene características que hicieron a este movimiento trascender en la historia
Desde mi punto de vista para poder desprendernos de esta corriente es necesario que cada uno de nosotros teoricemos y si es preciso elaboremos, desarrollemos y pongamos en uso términos que sean acordes y fundamente nuestra propuesta artística para defender así nuestros proyectos de las adecuaciones academicistas que en ocasiones no son lo mejor para los diferentes proyectos, ya que distan del enfoque que el artista como parte generadora de la obra quiere decir.
No debemos olvidar que debemos tener la apertura para recibir críticas constructivas y también destructivas. Así como la capacidad creativa de solucionar las complicaciones que se nos pueden presentar en el proceso creativo o hasta en el mismo montaje de la obra sin que esto se mal entienda como una improvisación por falta de seriedad.
Ya que como lo hemos platicado antes como artistas en un proceso formativo no debemos permitirnos la utilización de recursos técnicos inconscientemente o por desconocimiento y / o falta de manejo técnico, esto se refiere sólo al tratamiento de la obra. Ahora bien si ahondamos en el sentido del contenido formal como idea, planteamiento teórico, filosófico, critica social la elección del tema debe ser consciente, consistente y equilibrada con la realización técnica ya que la conjunción de estos elementos harán que nuestra obra tenga solidez y se pueda defender por sí sola.
La elección de tema no es una cosa menor no lo debemos tomar a la ligera en esta área el artista tiene mucho trabajo por hacer en cuanto a investigación, lectura para abordar el tema desde sus diferentes directrices. Nos podemos valer de herramientas como los diferentes métodos de investigación de acuerdo a la temática que vayamos a abordar así como de la semiótica y la hermenéutica.
Ya que no debemos olvidar que una de nuestras tareas como artistas es la elaboración de un código propio para la expresión de nuestras ideas a partir de la resignificación del ideario colectivo y el propio utilizando, metáforas, iconos establecidos conjuntándolo con la resignificación de materiales y / o mezcla de los mismos entre otras muchas posibilidades que tenemos.
En nuestras manos retomar el sentido libertario del arte. Pero no una libertad arbitraria rebelde porque sí; tenemos la tarea de informarnos y nutrir nuestro pensamiento para poder generar ideas con un contenido, que nos lleve a la realización de una obra completa en todos los sentidos y a un disfrute estético más allá de la simple observación.
Una vez mencionado lo anterior revisaremos brevemente a que nos referimos con lo abyecto en el arte y el accionismo vienes, ya que desde mi perspectiva son temas que nos hacen reflexionar en cuanto a equilibrio entre ideas y técnica en el proceso creativo de la propuesta artística. No por eso pretendo que sigamos estas tendencias.
Partiendo de un enfoque semiótico, lo abyecto se interesa por el uso artístico de fluidos corporales y otras "sustancias naturales" que producen reacciones ambivalentes. Resignificando dichos materiales naturales. Ya que tradicionalmente sabemos que las excreciones, pueden conducir a respuestas físicas involuntarias. Utilizándolas para mantener una identidad natural. Sin embargo, ¿logran mantenerla? ¿Hasta qué punto las sustancias abyectas se comportan como parte de la madre naturaleza? ¿Existe una relación entre las reacciones físicas de los receptores y el proceso de significación?
Como categoría estética lo abyecto se inspira en la noción psicoanalítica como la formula Julia Kristeva en su obra Pouvoirs de l’horreur. Essai sur l’abjection (1980, traducida al español como Poderes de la perversión, 1987). Quien describe la expulsión de lo considerado abyecto como una condición necesaria para la formación sexual, psicológica y social de la identidad. Ejemplo el niño debe renunciar a una parte de sí para transformarse en "yo". Tiene que aprender que caca, orina y vómito son sustancias sucias y no objetos de placer. Es curioso que en esta cultura occidental falocéntrica principalmente la madre sea quien se encarga de enseñar lo que debe ser rechazado. Sin embargo la madre, es algo de lo que el hijo debe desprenderse antes de entrar en el mundo civilizado. En palabras de Hal Foster: lo abyecto manifiesta la fragilidad del pasaje temporal entre el cuerpo materno y la ley del padre.
La abyección se conecta con las tres fases del proceso constitutivo: oral, anal y genital. Kristeva distingue tres categorías de cosas que, según las circunstancias socio-culturales, se consideran abyectas: comida/residuos (oral), desechos corporales (anal), y signos de la diferencia sexual (genital). Kristeva piensa que lo abyecto, en forma sublimada, es parte del arte en sus diferentes expresiones: literatura, happeningn, propuestas preformativas, pintura, e infinidad de posibilidades como nuestra imaginación nos permita hasta rituales religiosos y las costumbres sexuales que la sociedad tiende a rechazar.
Por lo tanto, la abyección se relaciona con su discurso cultural: arte, literatura, filosofía, etc.; conectando las prácticas transgresivas en general, con la experiencia de cruzar límites y manejar prohibiciones.
Kristeva sostiene que la abyección es lo que perturba identidad, sistema y orden… no respeta bordes, posiciones, reglas. Aparentemente, lo abyecto se vincula con los movimientos de vanguardia. Hal Foster llega a la misma conclusión: Tanto espacial como temporalmente, la abyección es la condición en la cual la identidad se encuentra perturbada, donde se produce un colapso del significado. De ahí la atracción que ejerce sobre artistas de vanguardia, que quieren perturbar tanto el orden del sujeto como el de la sociedad.
Así, por un lado, nos encontramos ante la contradicción, que conduce al cuestionamiento del papel de lo abyecto. Según Foster si lo abyecto se opone a la cultura, ¿puede exponerse en un marco cultural?
También la naturaleza ambivalente de la abyección es fácil de comprender, pues la experimentamos en la vida cotidiana. Los procesos naturales se ocultan, pero mantienen su poder de fascinación. Así, aunque se considere que los materiales abyectos son repulsivos, continúan atrayéndonos desde mi punto de vista esto es producto de la doble moral tradicionalmente reproducida principalmente en las culturas occidentales.
Para el arte de la apropiación y el superrealismo de los años 60 y los 70, el signo codificado es fundamental. El superrealismo como arte de trompe-l’oeil, hace jugarretas al ojo. La apropiación representa la realidad de modo que invita a mirar a través de su superficie, cuestionando la verdad documental de la fotografía así como el valor referencial de la representación.
El arte abyecto de los 90 constituyo una nueva tendencia, cuya característica primaria: se basaba en el rechazo de la ilusión y cualquier forma de sublimación entre objeto y mirada. Constituyendo un intento de evocar lo real como tal; de acercarse tanto como sea posible al receptor, generando una experiencia estética en la que el receptor se ve obligado por los estímulos que está recibiendo, a responder inmediatamente, física o emocionalmente.
Accionismo Vienés...forma de producción y reproducción artística. Esta tendencia pasa de la imagen del mundo, al cuerpo como imagen, llevándolo al radicalismo. Justificar el uso de la violencia estética, nos lleva a reflexionar a cerca de la violencia en la realidad así como en el arte. Pues la imagen ya no es sacada de la realidad y reinterpretada en un soporte tradicional ya que estos medios no son suficientes para el tratamiento temático, por lo que la propuesta concreta es insertar una acción en una “realidad” con un contenido temático real en casi todos los casos cargado de una crítica a los falsos valores de la sociedad así como a la doble moral de la que seguimos siendo participes. En ese tiempo y aun en la distancia estas propuestas son calificadas por muchos como “extremas”.
El Accionismo Vienés se desarrolló de manera dogmática y oficial entre 1965 y 1970, pero su influencia está presente hasta nuestros días. Centrado en Viena y protagonizado por un núcleo de artistas en su mayoría austriacos, destacando la obra de Günter Brus, Otto Mühl, Rudolf Schwarzkogler, Herman Nitsch, Abramovic. Detrás del happening, la performance y el fluxus entendido como la línea más cruenta del bodyart y de otras tendencias contemporáneas que se dieron en lugares como Estados unidos, Italia, Alemania, Francia. La particularidad que les distingue es su carácter particular en la utilización de la violencia en el cuerpo; a través del cual planteaban la negación absoluta de la estética, del arte mismo y de la categoría de artista.
Su lema consistía en redimir y liberar. En palabras de Solans, «el Accionismo supuso un feroz ataque a la sociedad burguesa y especialmente a la Viena de posguerra, con todas sus secuelas monárquicas y militares, desde planteamientos psicológicos –el arte como terapia y liberación de las represiones sexuales, fanáticas, agresivas– y revolucionarias –.
Sus influencias teóricas provenían de Sade, Foucault, Nietszche, Bataille, Baudelaire, Artaud, Rimbaud, Freud, Lacan, Jung, etc.
Dentro del contexto ideológico de las revoluciones de la década de los 60’s esta forma de hacer arte consistía en la exploración de las zonas prohibidas del cuerpo, la mente y el arte. Autodenominado «anti-arte», al ser entendido como pura acción, que pretendía romper definitivamente con el arte de contemplación pura.
De esta manera el campo de la acción será «el ser vivo» psíquico y físico. Soporte: el propio cuerpo y a su vez éste como la renuncia total a la mercantilización.
Los materiales: toda sustancia orgánica que se halle en el mundo, primordialmente, aquellas que provengan del propio cuerpo humano. De esta manera la autoflagelación del artista haría posible entrar en una dimensión de arte terapéutico mediante lo explicito de las líneas inconscientes que habrían sido reprimidas por la cultura. Su objetivo radica en hacer visible lo invisible.
El dolor producido, tenía un sentido liberador, catártico, a través de lo purificante, su aparentemente nihilismo se presentaría como una crítica a la religión, la moral y la política, manifestada a través de comportamientos sadomasoquistas que buscan la revolución la identidad en la no-identidad (es decir, a través de la animalidad y del dolor).
Según el Museo de Arte Moderno de la Fundación Ludwig Wien de Viena: «el Accionismo Vienés es la aportación más radial y esencial de Austria al desarrollo internacional de la Vanguardia».
Bataille, «ahora el hombre normal sabe que su conciencia tenía que abrirse a lo que más violentamente lo había sublevado: lo que más violentamente nos subleva está dentro de nosotros». «El exceso se opone a la razón». Podemos concluir que el valor intensificado del Accionismo, es el ritual como forma de arte no posible de capturar, que escapa del consumo de la oferta/demanda; el Aktionen deviene y se deja ver como el reducto de la misma realidad fragmentada, como el lugar del «no- arte».
BIBLIOGRAFIAS DE APOYO
Chasque.apc.org/ frontpage/ relacion/…/signos.htm
Discursovisual.cenart.gob.mx/…agofabian.htm
www.seacex.es.Spanish/.../Activity_308_1.asp?vid
www.henciclopedia.org.uy/.../SignosSangrantes.htm
Artículo - ACCIONISMO VIENÉS: ¿ARTE O VIOLENCIA REAL?
Por José Amezcua Bravo y Noemí Sanz Merino, Doctorandos. Departamento de Filosofía
Universidad de Oviedo
P. Solans: Accionismo Vienés, Nerea, Madrid 2000, pp. 12-13.
G. Bataille: El Erotismo, Tus Quets Editores, Barcelona 2000, p. 203.
J. Baudrillard: De la Seducción, Cátedra, Madrid, 2000. p. 34.
J. Baudrillard: ob. cit.
www.circulohermeneutico.com/RevistaCH/N5/revista5-4.pdfwww.liceus.com/cgi_bin/ac/pu/ACCIONISNO%VIENES.pdf

1 comentario:

  1. Hola Monserrat, comparto contigo la preocupación de una formación endeble, en la que no exista concordancia entre praxis y teoría, al igual que la postura cómoda de algunos docentes, que llevaría en consecuencia a un egresado frágilmente formado. Es difícil argumentar una negativa a ello; no obstante, existe una parte fundamental en la formación del alumno que estriba en entender que él es el constructor de su conocimiento, que el maestro es únicamente guía para que el alumno investigue y si acaso ayude a reorientar posturas, por tanto la participación del alumno en su formación recae casi en su totalidad en él. El alumno autónomo es el que investiga y propone y es el que a final de cuentas reordena y conforma su pensamiento, por lo que éste debería ser el camino a seguir (sin desligar la responsabilidad del maestro). Muchos de ustedes lo demostraron en sus lecturas previas a las clases y sobre todo en sus reflexiones y discusiones, pero también un alto número de ustedes dejaron todo a la buena voluntad de una clase preparada por su compañero y a las discusiones que logramos entablar y tal vez, un poco a mis intervenciones y con este ejemplo que conoces muy bien pondría las cosas en la balanza. Es bueno cuestionar, eso nos alimenta y desenajena.
    En otro orden de ideas, bien por tus participación en los temas escogido, temas polémicos, no hay duda, temas que obligan a la reflexión y a entender que la apertura en el arte es el aliento que lo alimenta y mantiene.
    Roberto Rosique

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