viernes, 4 de junio de 2010

IMITACIÓN, EXPERIMENTACIÓN Y ARTE

Picasso y Kosuth




IMITACIÓN, EXPERIMENTACIÓN Y ARTE
Por Laura González Egea
lauraeg19@hotmail.com

¿Cuáles son las vertientes o corrientes o movimientos que se dan actualmente entre los artistas o estudiantes de arte? Es una de las preguntas que permanentemente se oyen en el terreno de las artes. Es imposible determinar con exactitud qué es lo que se está produciendo en este instante, ya que normalmente se necesitan años para poder clasificar las corrientes artísticas dentro de la Historia del Arte.
Hemos pasado por una cantidad impresionante de movimientos, estilos y tendencias, sean novedosos o repetidos, basados en vertientes anteriores. En todo caso, ahora cabría la posibilidad de encajar los nuevos movimientos de una manera más rápida. La causa de esto es, la velocidad con que se comparte información en la red. La Internet es una alternativa fácil y rápida para la búsqueda individual del mercado del arte, de alguien que te promocione o de galerías que, finalmente son los que permiten la fama de uno u otro artista. Con el internet te muestras de forma rápida y gratuita o a muy bajo coste, aparte de que es más accesible para el público. Aunque la otra cuestión sería que esta alternativa fuese más eficiente.
Por tanto, ya que es muy difícil saber qué nuevas propuestas artísticas se están experimentando en cualquiera parte del mundo, lo pertinente sería pasearse por las instituciones de enseñanza artística, donde los jóvenes se están formando o en cualquier otro puesto del área en el que comienzan a expresarse, o en el Internet mismo, en el cual puedes encontrar lo que deseas.
En estas instituciones observamos que hay corrientes que dejan huella en la mayoría de alumnos mientras que otras ni siquiera se producen. Primero, como todo principiante, comenzamos copiando a nuestros precursores para posteriormente continuar con una línea de trabajo propia. Es en este transcurso de imitación, donde se pueden intuir cuáles son las corrientes que más han marcado a estas nuevas generaciones. Las tradiciones ilusionista (realista o surrealista en su defecto) y/o conceptual (la vanguardia también es tradicional en hoy día), son las más acusadas. El expresionismo también forma una parte importante de los trabajos del alumnado. Aún siendo conscientes de la gran cantidad de corrientes artísticas que se han sucedido a lo largo de la historia, hay una pronunciada inclinación por estos movimientos.
En cierto modo, aún hoy tenemos la noción de la pintura, escultura, etc., como algo “bien hecho”. Con esto me refiero a la calidad de la pintura misma en relación con su parecido a la realidad, a la ilusión de la visión de la naturaleza. Aquí se pueden intercalar no sólo el arte clásico o renacentista, ilusionista, sino también el surrealista, ya que su característica pictórica te brinda esa sensación de “real”, de parecido con la naturaleza, y por supuesto, el impresionismo posee igualmente una influencia muy fuerte, pues “capta” la naturaleza, el instante en que la luz impacta los objetos o las cosas. Éstos, se inclinan por la expresión de lo “bien hecho”, lo “bien trabajado”. Y es, generalmente por donde se empieza. El principiante, lógicamente, “se pone a prueba”. Intenta demostrarse a sí mismo qué es capaz de hacer, pues todavía las corrientes como la abstracción (generalmente) o el minimalismo, les parece algo fácil que cualquiera puede realizar.
Por otro lado, tenemos el arte conceptual como predominante, y además, contrario al ilusionismo. Muchos alumnos continúan por esta línea y otros se quedan con el renacimiento. La corriente conceptualista responde. Es el rechazo del ilusionismo bajo el término de “tradicional”. Pero cierto es que, el arte conceptual nació en los 60, y aún hoy encontramos un influencia importante en los jóvenes artistas, lo que finalmente nos indica que también es una línea tradicional. Éstos sostienen la noción de un arte de ruptura y novedoso, a pesar de que no tiene nada de novedoso. Hoy en día el arte conceptual aún mantiene una de las posiciones predominantes que vemos repitirse en museos y exposiciones.
El expresionismo es también común en el ensayo del arte. Es un estilo que desinhibe y que rompe con el ilusionismo. El expresionismo es, además el estilo subjetivo por excelencia, un contacto que los principiantes -en nuestra exploración de técnicas-, necesitamos.
La cuestión está en que estas dos corrientes (ilusionismo y concepto) han sido las más radicales y duraderas de la historia del arte. Las más impactantes a fin de cuentas. Ambas coinciden en que significaban una ruptura de lo establecido y una liberación, ya sea el arte o para el hombre.
En el primero de los casos, en el ilusionismo, la pintura constituía ya un instrumento del hombre, de la mano de la ciencia, para estudiarse a sí mismo o el entorno que le rodea (anatomía, perspectiva, etc.). El arte deja de ser servidumbre de la iglesia o de contribuir únicamente al gusto o decoración de algún mecenas (esto es discutible, pero teóricamente era el fin de esa mirada). En cuanto al segundo movimiento, encontramos que e igual. Es una ruptura a lo establecido (a la tradición de la autonomía del arte como pintura, escultura, etc.) y magnificaba una liberación del arte de esa misma autonomía, de lo que surge la idea del arte por el arte.
Por otra parte, los que imitan a los ilusionistas acusan a los conceptualistas de no hacer arte, que sus obras son un engaño y una pendejada que cualquiera puede hacer y los otros, critican a los primeros que tampoco hacen arte, que son meros copistas. Desde mi apreciación esto será tan sólo en los primeros años de carrera o cuando aún vivimos un proceso de experimentación, hasta que se desarrolle una conciencia más amplia de lo que estos diferentes movimientos representan.
Estas dos corrientes natural y formalmente opuestas, coinciden en las mismas intenciones: la ruptura y la liberación. Artistas como Duchamp o Joseph Beuys son venerados dentro del arte conceptual en las escuelas alemanas, en las italianas el arte clásico, en las mexicanas el surrealismo, etc. Continúan un poco según la historia les ha marcado (el expresionismo sin embargo, es el más expandido independientemente de su situación).
En todo caso, aparte de que estos movimientos han sido de lo más incisivos, hay otros igualmente fuertes en su momento y que, sin embargo, no impactan con la misma intensidad. Un buen ejemplo de ello sería el cubismo. Nadie hace cubismo. (“nadie” es muy precipitado, pero si es cierto que la escasez es notable). No obstante, es una de las grandes rupturas que en el arte se han producido. Si dejan huella Duchamp, Joseph Beuys, Miguel Ángel, Manet, Dalí, etc., en las obras experimentales y de imitación de los alumnos, ¿porqué no Picasso o Gris? Se recurre a las vanguardias, pero no el cubismo. Si haces cubismo se habla de una imitación a Picasso, pero si haces realismo no se le atribuye a una imitación de Da Vinci.
Otras vertientes relevantes como el arte povera o el land art, no son tan acuciadas entre estos jóvenes artistas. En el caso de utilizar materiales de la naturaleza o encontrados, suele ser más por falta de recursos que por intención premeditada. Quizá los cubistas, tan especialmente admirados por esa manera de pensar el arte, dieron un giro tan rotundo y agudo a la visión del arte que por ello da miedo (o vergüenza) repetirlo.
Entonces, ¿por qué estas corrientes del realismo, el concepto las que penetran más intensamente en el inicio de aprendizaje de arte en las nuevas generaciones? Pienso que las antiguas tradiciones, creencias, políticas, formales, etc., necesitan de una ruptura constantemente, y todo eso se manifiesta en el arte. De este modo, el arte, acorde con el contexto social, político, económico, moral, etc., requiere de una búsqueda constante de expresión. El ilusionismo y el arte conceptual, por ejemplo, son radicalmente opuestos, lo que acentúa esa ruptura. El cubismo contiene grandes dosis de esta rebeldía, pero no incita a una repetición. Fue perfecto en su propuesta, en su mismo ser, lo que buscaba (todas las perspectivas posibles del objeto) lo encontró, mientras que el concepto puede remitir a problemas como el fin del arte, o el ilusionismo verlo únicamente como remedo de la misma naturaleza.

1 comentario:

  1. Bien Laura, me parece muy interesante esta preocupación que nos muestras en tu ensayo, acotas razones válidas para poner en la balanza lo ilusionista y conceptual contra el cubismo, las que comparto contigo; sin embargo el texto deja muchos cabos sueltos que no supiste eslabonar para poder correlacionar los argumentos del porqué el estudiante, si bien imita durante su formación y recurre, como bien lo apuntas, a la ilusión o al concepto, faltó un enlace más preciso para entender con claridad porqué no recurren al cubismo. Hay aquí suficientes elementos para que, ahondando un poco más, nos estructures una tesis -en suma ya interesante- más sólida.
    Espero poder leerla en un futuro próximo.
    Felicidades y feliz retorno a casa
    Roberto Rosique

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