jueves, 4 de junio de 2009

EL ARTE POVERA EL ARTISTA POVERA: UN ALQUIMISTA MODERNO


Giuseppe penone
« Pelle di Cedro – Spoglia d’oro »
relief, cuir et or, 2006 – 140 x 100 cm – C06-SO-855

UNIVERSIDAD AUTONOMA DE BAJA CALIFORNIA

ESCUELA DE ARTES

LICENCIATURA EN ARTES PLASTICAS

03 DE JUNIO DEL 2009

Maestro: Roberto Rosique

EL ARTE POVERA

EL ARTISTA POVERA: UN ALQUIMISTA MODERNO

Por karol Araceli Alcazar Díaz (knkl89@hotmail.com)

Si bien, el artista durante años mantuvo la relación con el pincel, el lienzo, el óleo, la madera, el mármol, y otros materiales que en sí llegaban a tener un costo elevado o eran de difícil obtención, surge en Italia en los años setentas un movimiento que rechaza por completo al arte basado en la tecnología, así como a todo producto comercial. A este movimiento se le dio el nombre de Arte “Pobre”.

Ahora, el artista tiene el papel importante de experimentar con “nuevos” materiales: los que puede encontrar en la naturaleza, a su alrededor. El artista es como el alquimista, tratando que convertir el plomo en oro, a base de experimentación, corriendo el riesgo (como cualquier artista) de fallar en el intento. Tal vez conoce sus riesgos (como el que su obra no perdure para siempre), pero realiza una serie de actividades espontáneas y creativas, con tal de obtener ese resultado anhelado.

Se dice con frecuencia que la naturaleza no puede considerarse una obra de arte, a menos que la naturaleza haya sido manipulada por el hombre (ya sea representándola por medio de la pintura, basándose en ella para la realización de alguna obra, utilizando el material que nos proporciona para crear las piezas artísticas, etc.). [1] El artista povera se interesó por manejar a la naturaleza, sin importar si sus resultados fueran efímeros. Manipularon en sus obras al fuego y al humo que este producía, al agua, la tierra, los vegetales; al neón, cobre, plomo, acero y el bronce; se interesó en las reacciones químicas y físicas, en el crecimiento de las plantas, etc.

El alquimista también exploró con esos materiales a los que se les consideraban, en ese entonces como estables, en pocas palabras, materiales que no podían modificarse.[2] Y ambos (tanto el artista como el alquimista) se opusieron a lo establecido, logrando nuevas aportaciones (el artista povera adopta una nueva actitud, abandonando los roles tradicionales del artista; el alquimista abre paso a lo que hoy conocemos como química).

La búsqueda, es prácticamente lo que realizan estos artistas a manera de juego, de experimentación para proponer algo distinto a lo establecido. El alquimista, busca más allá de lo que ve.[3]

Artistas como Giovanni Anselmo y Giuseppe Penone destacan por proponer la escultura de la naturaleza. Anselmo realiza montajes de piedra en lienzos, paredes, etc., con el fin de proponer el peso de la naturaleza. Tiempo después abandona los materiales pobres, para realizar proyecciones de palabras en las paredes que sustituyen por completo al objeto. Penone emplea constantemente árboles para esculpir ramas con este mismo material (los troncos), como significado del redescubrimiento de la naturaleza.

En sí el artista no sólo se interesa en esos materiales aparentemente “inútiles”, también se interesa en los elementos como el fuego, el agua, el viento y la tierra, algo en lo que los alquimistas se interesaron profundamente, y tanto fue su interés en estos elementos que les asignaron ciertos significados, justamente como también lo han hecho los propios artistas, Jannis Kounellis es uno de ellos[4].

Es de suma importancia saber que el artista no busca rebajarse (por el uso de materiales considerados como pobres), ni el alquimista de llegar a la soberbia (buscando la riqueza queriendo convertir el plomo en oro), porque ambos buscan realmente la relación de la naturaleza con el hombre. El artista trata de abandonar lo comercial, lo industrial para encontrar la verdadera razón de la existencia humana y su relación con la naturaleza. El alquimista busca elevarse a estados superiores del alma-hombre humano-espíritu.

Se ha podido apreciar una analogía entre el artista y el alquimista, pero el arte povera no es el único movimiento vanguardista que se le puede ser comparado con algún otro tipo de “arte” antiguo (aclaro que aquí he empleado la palabra “arte” como una profesión), podemos hacer mención de varios movimientos vanguardistas que poseen pensamientos chamánicos por el hecho de buscar niveles de conciencia superiores en el ser humano, como el surrealismo, el cual desplaza todo lo estético, moral y lógico para enfocarse en el significado del sueño. Sin embargo, son pocas las artes que pueden ser comparadas analógicamente con la alquimia, pues los artistas povera verdaderamente realizan una serie de experimentos de los cuales se desconoce su resultado. Lo importante es interactuar con la obra, ya sea a manera de juego, de experimentación, de exploración con lo que a veces ignoramos por la fuerte presencia de la tecnología, lo industrial y lo comercial: la naturaleza y uno mismo.


[1] “Sin duda el mundo de la naturaleza está cargado de contenido estético y se le utiliza para la creación de objetos de arte como en el caso de los bosques y jardines en los cuales la naturaleza es modificada para recibir un ideal artístico.” Dacal alonso, José Antonio, Estética general, Porrúa, 1990, p.19.

[2] “[…] se ha de decir que durante muchos siglos los sabios creyeron dogmáticamente que los elementos químicos simples eran estables y que de ningún modo podían modificarse. […] Y como no cejaban de insistir en este postulado, ello acarreó a los alquimistas la fama de ser unos locos, unos soñadores, unos idealistas, farsantes e idiotas.” Vidal, R. Benito, La alquimia, EDIMAT LIBROS, S.A., 2005, p. 18.

[3] J. E. Thompson: “No debemos limitar nuestra búsqueda de la verdad al ámbito donde estamos seguros de hallarla. Si los sabios y estudiosos adoptasen semejante actitud, habría pocas posibilidades de desvelar lo desconocido, pues el éxito sólo sonríe a quienes la curiosidad lleva fuera de los caminos trillados.” Vidal, R. Benito, La alquimia, EDIMAT LIBROS, S.A., 2005, p. 22.

[4]Jannis Kounellis nació en Italia el 21 de marzo de 1936. Escultor y pintor, también realiza performance. Abandona la pintura de números y flechas sobre telas o maderas para centrarse en arte pobre. Sus obras artísticas las realiza empleando el fuego o el humo de este.

1 comentario:

  1. Así es Karol, el artista, el chamán y el alquimista están unidos por un espíritu de búsqueda, de construcción y vanidad y esa asociación que haces , pertinentemente, entre artista povera y alquimista, resulta, además de interesante, clara y nos permite entender a esta pléyade artistas italianos que buscan alejarse de lo convencional y recurren a las cosas frágiles y sin valor (aparente) de la naturaleza para crear obras donde lo efímero y lo banal adquieren otras connotaciones y al igual que los alquimistas, como bien lo dices: buscan elevarse a estados superiores del alma-hombre humano-espíritu.
    Felicidades
    Roberto Rosique

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