miércoles, 30 de noviembre de 2011

El simulacionismo

El simulacionismo
Martha Paulette Palomino González

El simulacionismo o post-apropiacionismo surgió en los años ochentas como oposición al neo-expresionismo al que consideraba una tendencia de creación no imaginativa. Tomo algunos principios del apropiacionismo, y creo una teoría basada en el pensamiento posestructuralista francés.

Guasch(2000) “R. Barthes intento descubrir la estructura interna de las representaciones de la realidad, realidad que la sociedad capitalista había remplazado por símbolos o apariencias”. De Jean Baudrillard (cita por Guasch 2000) “quien concibe la sociedad posindustrial, del capitalismo del consumo masivo, como un espectáculo fantasmagórico en el que el valor del cambio de un objeto ya no obedece a cuestiones de orden económico, sino a criterios de moda y de prestigio vinculados al lenguaje de la publicidad. En esa sociedad degenerada por la proliferación el objeto no es valorado por sus cualidades intrínsecas o por sus significados, sino por sus apariencias.”

Esta tendencia lejos de buscar nuevas maneras de crear arte su producción de baso en la simulación, esta simulación era principalmente de productos populares que se producían en masas, por esto mismo, su propuesta se me hace un tanto contradictoria, por que hace una critica al consumismo que se esta viviendo, pero al mismo tiempo lo alentá dando a sus objetos de arte los atributos que lleva una producto de consumo (mercancía) reiterando su punto al momento de que el consumidor paga por su objeto.


Heartney (cita por Guasch, 2000) “Los simulacionistas se valen de la simulación como un medio de distanciamiento filosófico del viejo estilo en arte, distanciamiento, a través del mundo de los productos de consumo, de la mercancía y del comercio del arte. En tanto que no únicamente simulan o imitan las apariencias de los objetos, si no que intentan reproducir el poder de seducción que el objeto de consumo ejerce sobre el publico, los trabajos de los simulacionistas de sitúan en la frontera entre el arte y comercio”

La critica fue muy fuerte contra este movimiento, como lo fue con muchos otros en sus inicios, para los críticos el movimiento era liderado por artistas arribistas, hipócritas y solo buscaban la promoción de carreras huecas cuyo objetivo era el dinero rápido, y tal vez era verdad para algunos artistas como Jeff Koons el comercializar su imagen y el éxito de su trabajo era lo mas importante, incluso afirmo estar en busca de la fama.

“Es cierto que ha habido muchos artistas que han convertido su propia vida en objeto de arte, pero ninguno hasta ahora había hecho de ella, hasta ese punto, un asunto casi estrictamente publico, una cuestión rigurosamente mercantil, es decir de pura y simple publicidad.” (Jarques, 2002)

A pesar de estas criticas el movimiento tubo mucho éxito, la galería que los acogió dijo en una declaración que fue por mucho la exposición que había recaudado mas beneficios monetarios. Algunos textos hablan incluso del abandono de la integridad del artista, “El abierto ataque al formalismo por parte del grupo de los años setenta puede haber ejercido una influencia involuntaria en el abandono de la integridad artística en favor de la imagen comercial dentro de un nuevo constructor teórico llamado simulacionismo” (Morgan, 2003)

Esta tendencia tuvo dos vertientes una eran los artistas neo-objetuales que se basaron en la producción de objetos tridimensionales, los cuales principalmente eran copias de objetos de consumo populares y los trasladan a las salas de arte, o como intervención en espacios públicos. Esta propuesta fue la que causo escándalo, por que estaba el conflicto de si era un plagio o no, ya que algunas veces se tomaban los objetos de consumo tal cual y se exponían.

La otra vertiente son los neo-abstractos o neo-ge los cuales basan su producción en pinturas con temas geométricos principalmente, incluso, tal vez, se podría hablar de una simulación del pattern painting, pero no recibieron la aprobación de los críticos que solo los veían como moda para beneficio del mercado.

Para concluir, el simulacionismo se me hace una tendencia con un planteamiento muy fuerte y bien respaldado, acertaron en la critica al consumismo por medio de su integración al mercado y la creación de productos de consumo, y a pesar de que por esto fueron acusados de oportunista y de tener problemas con las leyes de patente, su punto de vista y su propuesta me parece muy valida y solida.

Referencias
Guasch, Ana María (2000). “El arte último del siglo XX. Del posminimalismo a lo multicultural”. Alianza Editorial; Madrid, España.
Morgan, Robert C. (2003). “Del arte a la idea. Ensayos sobre arte conceptual”. Akal; Madrid, España

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